¿Es bueno el aceite para la diabetes?

El aceite de oliva es uno de los elementos clave  y más valorados de la dieta mediterránea, es reconocido mundialmente por sus amplios beneficios para la salud. Pero, ¿es bueno tomar aceite si tengo diabetes? ¿Qué beneficios y propiedades tiene el aceite para las personas con diabetes?

Propiedades del aceite contra la diabetes

Alto en ácidos grasos monoinsaturados

Contiene abundantes ácidos grasos que ayudan a disminuir el colesterol LDL (“malo”) en sangre, al tiempo que mantiene o incluso elevan de colesterol HDL (“bueno”)

Regulación del azúcar

Estudios demuestran que el aceite de oliva mejora la sensibilidad a la insulina, permitiendo al cuerpo usarla más eficientemente. Esto ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre, lo cual es fundamental para las personas con diabetes.

Reduce la inflamación 

El aceite de oliva contiene compuestos antiinflamatorios que ayudan a reducir la inflamación crónica, un factor clave en la resistencia a la insulina y el desarrollo de la diabetes tipo 2.

✅ Regula el peso corporal 

El aceite de oliva puede contribuir en el  control del peso, esencial para mejorar la resistencia a la insulina y reducir el riesgo de diabetes tipo 2

Opciones de aceites saludables

Además del aceite de oliva virgen extra, hay varias opciones de aceites igualmente beneficiosos para la salud.

✅ Aceite de aguacate 

Rico en antioxidantes y ácido oleico, mejora la salud cardiometabólica y reduce el riesgo de diabetes.

✅ Aceite de chía 

Ayuda a reducir la inflamación y mejora la salud cardiovascular, siendo útil para prevenir complicaciones de la diabetes tipo 2. Se recomienda su uso en crudo para aprovechar sus propiedades 

✅Aceite de canola 

Rico en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, puede reducir el colesterol y el riesgo de diabetes tipo 2. Sin embargo, su consumo excesivo podría aumentar el peso y las calorías.

Aceites no recomendados para la salud

Es importante evitar aceites refinados y aquellos que contienen grasas trans, como el aceite de girasol refinado, el aceite de palma hidrogenado y el aceite de coco hidrogenado. Estos aceites, al ser procesados, pierden muchos de sus nutrientes y aumentan el contenido de grasas no saludables.

 Las grasas trans elevan el colesterol LDL (“malo”) y reducen el HDL (“bueno”), lo que contribuye al riesgo de enfermedades cardiovasculares y empeora el control del azúcar en sangre.

En conclusión, un aceite adecuado puede mejorar la sensibilidad a la insulina y proteger tu salud cardiovascular. Pero, incluso los aceites saludables, deben consumirse con moderación.  Opta por métodos de cocción saludables como hornear, asar o vapor. No olvides consultar a tu médico antes de hacer cambios importantes en tu alimentación 

 

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